Más de 50 ballenas piloto murieron tras un varamiento masivo en una playa de las Hébridas Exteriores, al noroeste de Escocia.
La organización benéfica British Divers Marine Life Rescue (BDMLR) dijo que la policía les alertó del incidente en la isla de Lewis hacia las 7:00 de la mañana (0600 GMT).
Según los primeros informes, había unos 55 animales entre adultos y crías, pero pronto se descubrió que sólo quedaban 15 con vida.
BDMLR intentó reflotar a dos de las ballenas más activas que se encontraban a poca profundidad en el agua con la marea baja, y una consiguió escapar. Pero la otra volvió a encallar y murió más tarde, al igual que otras tres.
Hacia las 15.30 horas se decidió aplicar la eutanasia a las ballenas restantes por motivos humanitarios.
“Hacia las 15.30 horas, el veterinario local, junto con los guardacostas, los bomberos, los servicios de salvamento y un veterinario forense, llegaron a la conclusión de que la poca profundidad de la playa y el fuerte oleaje hacían demasiado peligroso reflotar a los animales que quedaban”, dijo el BDMLR.
“Teniendo en cuenta el tiempo que llevaban los calderones fuera del agua y las malas condiciones, se decidió aplicarles la eutanasia por motivos de bienestar”, agregó. “Un triste desenlace para esta manada y, obviamente, no el que todos esperábamos”.
Las ballenas piloto (también llamadas calderones) forman parte de la familia de los cetáceos, que incluye a los delfines, y pueden alcanzar los seis metros de longitud y pesar una tonelada.
No estaba claro por qué las ballenas habían quedado varadas. Los científicos, que han estudiado el fenómeno, creen que algunas manadas se desvían del camino tras alimentarse demasiado cerca de la costa.