La revista National Geographic señala que los devastadores incendios forestales en Maui, Hawái, han dejado una huella indeleble. La intensidad de los incendios ha sido tal que los residentes han sido forzados a huir hacia el océano, lo que refleja la magnitud del desastre. Al menos se han registrado 110 víctimas.
Los incendios han provocado una devastación extensa en Lahaina, una ciudad turística situada en el noroeste de Maui con aproximadamente 13.000 habitantes. Lahaina, que en su día fue un centro ballenero y la capital del reino hawaiano, ahora recibe a cerca de 2 millones de turistas cada año.
Además, las llamas han consumido áreas cercanas a Kihei, una localidad costera en el sur de Maui, y han arrasado partes de Kula, una región residencial situada en el área montañosa central de la isla. También han incinerado zonas de la Gran Isla.
Elizabeth Pickett, codirectora ejecutiva de la Organización de Gestión de Incendios Forestales de Hawái, ha enfatizado que el ecosistema del archipiélago no está adaptado al fuego.