El momento de llegar al matrimonio es el día más feliz para muchas personas, sin embargo no para todas y menos cuando se sienten obligados. Así fue el caso que se viralizó donde una joven pareja estaba a punto de darse el sí en una boda religiosa, cuando el cura que oficiaba la celebración cuestionó a la pareja si estaban listos para dar uno de los pasos más importantes de sus vida, pero fue el novio se quien se mostró aún más nervioso.
Y es que el novio, ataviado en un traje color azul, dio la respuesta tácita que quizá ninguna novia quisiera escuchar el día de su boda y menos en una actualidad donde las redes sociales y su inmediatez pueden hacer pasar uno de los momentos más vergonzosos de la existencia.
¿Te están obligando a casarte?
El sacerdote que tuvo a su cargo la ceremonia entonces preguntó al novio si es que era su deseo casarse, y más allá de su deseo, si estaba siendo obligado a entrar al sacramento que se considera el matrimonio, el joven con claro nerviosismo no respondió abiertamente en un primer momento no obstante, ante la presión del padre y de las personas asistentes al compromiso así como las cámaras que estaban para retratar el feliz momento, fue que el novio habló con más transparencia y en voz baja negó.
La pregunta fue “¿Vienen a contraer matrimonio sin ser obligados libre y voluntariamente?” que se escucha una muy baja negativa seguida de una más fuerte y entonces el cura pregunta al joven si está siendo obligado y él asiente con la cabeza.
“¿Estás viniendo obligado a casarte?” nuevamente cuestionó el clérigo y el novio no dudó en responder positivamente a la interrogante, a la que la novia aseveró que ella se está casando por plena libertad.
El suceso ocurrió en Bolivia, en la región de Arani y en los comentarios del video incluso se analizó la reacción de la mujer que los acompañaba, sin saber si se trataba de la suegra de la novia o del novio, pero que también se mostraba nerviosa y risueña.
@davidfacha13
No hay matrimonio si estás obligado
Ante la respuesta del novio, el padre trató de relajar el ambiente haciendo algunas bromas sobre en qué idioma debería dirigirse al novio, ya fuese en quechua o con acento que imitase al argentino, mientras afirmaba que si se trataba de un matrimonio forzoso, no existiría el mismo.
Y fue tras varios minutos y preguntas que el novio señaló que en efecto, sí deseaba contraer nupcias ese día y afirmó ser libre para acudir al matrimonio que se estaba celebrando en su nombre, por lo que se ve en el rostro de la novia la tranquilidad.