Donald Trump ha discutido, según informaciones de tres personas consultadas a la revista Rolling Stone que han hablado del tema con el expresidente de los Estados Unidos, la posibilidad de desplegar escuadrones de asesinato encubiertos en México en caso de asumir un segundo mandato como presidente de Estados Unidos.
Durante y después de su presidencia, el candidato republicano ha sugerido varias ideas para bombardear o invadir México en respuesta a la crisis del fentanilo en Estados Unidos y para «hacer la guerra» contra los cárteles de la droga. Como presidente, Trump incluso consideró la posibilidad de bombardear los laboratorios de drogas de los cárteles y luego atribuir potencialmente los ataques a otro país, según su exsecretario de Defensa, Mark Esper.
Lo que alguna vez fue una idea marginal que los altos funcionarios de la administración Trump rápidamente descartaron, ahora se ha convertido en una propuesta política predominante dentro del Partido Republicano, incluso entre influyentes legisladores republicanos en el Capitolio y grupos de expertos conservadores.
El expresidente no ha proporcionado detalles específicos en público sobre estos planes, como por ejemplo cuántas tropas estadunidenses estaría dispuesto a enviar al territorio soberano mexicano.
Sin embargo, según le dijeron las tres fuentes familiarizadas con el asunto, Trump ha respaldado en privado la idea de desplegar de manera encubierta, con o sin el consentimiento del gobierno mexicano, unidades de operaciones especiales que tendrían la tarea de, entre otras misiones, asesinar a los líderes y principales ejecutores de los cárteles de la droga más poderosos y notorios de México.
En algunas de estas discusiones, Trump ha insistido en que el ejército estadunidense tiene «asesinos más duros que ellos» y se ha cuestionado el por qué estas misiones de asesinato no se han realizado antes, argumentando que eliminar a los jefes de los cárteles contribuiría en gran medida a obstaculizar sus operaciones e infundir miedo en los corazones de «los capos».
Durante algunas de estas conversaciones, Trump comparó estas propuestas con la incursión militar que ordenó en 2019 y que resultó en la muerte del líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, insistiendo en que Estados Unidos debería abordar el liderazgo de los cárteles de la droga de la misma manera.
Una de las fuentes, que discutió el tema con Trump a principios de este año, recuerda que el expresidente dijo que el gobierno de Estados Unidos debería tener una «lista de asesinatos de narcotraficantes». Se calcula que las Fuerzas Especiales estadounidenses serían asignadas para matar o capturar en una posible segunda administración de Trump. El vocero de Trump no respondió a las solicitudes de comentarios sobre esta historia
Rolling Stone informó el año pasado que Trump ordenó a sus asesores políticos que le proporcionaran un menú de opciones militares para atacar a los cárteles de la droga mexicanos, si regresaba a la Casa Blanca.
Esto incluía escenarios para posibles ataques aéreos, ataques con drones, despliegues de tropas estadunidenses y otras formas de guerra para enfrentarse a los líderes de los principales cárteles de la droga, a quienes Trump ha ridiculizado durante mucho tiempo como algunos «bad hombres».
Think tanks alineados con MAGA, como el Center for Renewing America y el America First Policy Institute, han publicado documentos de políticas que respaldan enérgicamente el uso de una fuerza militar significativa contra estas organizaciones criminales. Uno de estos proyectos de políticas, de la CRA y firmado por el exfuncionario de Trump, Ken Cuccinelli, fue informado en privado a Trump en 2023 y se titula sin rodeos: «Es hora de librar la guerra contra los cárteles transnacionales de la droga».
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ex principal rival de Trump en las primarias presidenciales republicanas de 2024, prometió que si fuera elegido presidente, ordenaría a las Fuerzas Especiales que ingresaran a México «el primer día». Una lista cada vez mayor de influyentes legisladores republicanos ha anunciado legislación o ha bendecido públicamente un nuevo bombardeo de acción militar en México.
El año pasado, los senadores republicanos Lindsey Graham y John Kennedy anunciaron una legislación que «daría a los militares la autoridad para perseguir a estas organizaciones dondequiera que existan», lo que provocó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo denunciara como «una ofensa al pueblo de México».
Expertos militares, líderes extranjeros e incluso el famoso ex-asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, han advertido contra la serie de propuestas de invasión de México. Algunos argumentan que lanzar una ofensiva o invasión estadounidense, en pocas palabras, no resolverá el problema.
Otros también señalan que México es un socio de Estados Unidos, no un adversario, y que tomar una acción unilateral de este tipo destruiría las relaciones diplomáticas y probablemente causaría un caos inmenso y nuevos estallidos de violencia entre los cárteles.
Con información de AGENCIAS.