Hoy se cumplen 23 años del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, uno de los acontecimientos determinantes del nuevo siglo, y que le dio un giro inesperado e irremediable a la historia contemporánea.
El mundo entero siguió la cobertura de cómo se derrumbaban las Torres Gemelas, dos de los edificios más emblemáticos de Estados Unidos y de la Gran Manzana en general. Dos aviones aparecieron en el azul infinito del cielo, donde no había nubes, y se precipitaron como flechas dentro de los edificios, que con el transcurso de las horas se cubrieron de humo, metal ardiente, escombros perdidos en el viento, como aves desordenadas.
Cada año, los familiares de las víctimas del 11 de septiembre se reúnen para recordar a sus seres queridos en una conmovedora ceremonia que tiene lugar en la «Zona Cero» de Nueva York. Entre las frases que resuenan con mayor fuerza está: «Nunca pude conocerte». Estas palabras representan el paso del tiempo y el surgimiento de una nueva generación que, aunque no vivió los ataques, ha heredado el dolor y el deber de mantener viva la memoria de las víctimas.
El ataque del 11 de septiembre de 2001, perpetrado por secuestradores de Al Qaeda, cobró la vida de casi 3 mil personas. Cuatro aviones fueron estrellados contra las Torres Gemelas, el Pentágono y un campo en Pensilvania. Desde entonces, los familiares de las víctimas se reúnen cada año para leer en voz alta los nombres de quienes perdieron la vida. Este ritual se ha convertido en una tradición profundamente arraigada en la conmemoración de la tragedia.
Con información de AGENCIAS.